
Cuando me miras me encuentro en tu interior, el reflejo de mi imagen en tu iris se sumerge en lo profundo de tu alma, acariciando cada rincón de tu cuerpo provocando una sensación de cosquilleo, un calor que no se alivia con agua fresca, solamente puede ser saciado con un sorbo de mis labios, poco a poco voy recorriéndote, voy conociéndote, y amándote, quizás más que un día atrás... Esa mirada no cautiva, me atrapa, y me hace amar a la mujer que soy cuando estoy con vos.