martes, enero 09, 2007

Barredor de tiempos...


Mientras terminaban de destellar los juegos de pólvora del 31 de diciembre, y yo me comía las uvas una tras otra, (según mi madre, es un deseo por uva, o un mes por uva, o algo así)… Yo fingía cada deseo, las uvas sabían deliciosas.

Pero lo que no podía fingir era que llegaba este año, tan rápido como el que se fue, y que el que había partido se había barrido con unos cuantos propósitos, que no lleve a su ejecución… Quizás me los vuelva a postular…

Y apareció el gris, ese gris que eriza los bellos de mis brazos… Si¡¡¡ Estoy creciendo, me estoy haciendo vieja como me lo repiten cada cumpleaños, como me lo dicen en cada llamada de felicitación, de algún amigo(a) que tiene un año entero de no llamarme, (pero que es grata esa llamada)… me hago vieja, y este tiempo sigue barriendo vidas, tristezas, alegrías, barre los calendarios… Y vienen esas memorias que me han marcado, aquel espacio siempre lleno por vos, que ese día estaba vacío, (talvez te iba a dar pega el lomo relleno), las desveladas donadas por algún brete de la U, que este año se repetirán, y se multiplicarán.
Todos los años es lo mismo, todos los años hacemos ese inventario de logros, las cosas que perdimos, algún juego de llaves olvidado sobre el sillón, alguna cita con el dentista, algún vagón, se pierde mucho en un año…

Pero al igual que perdí, he ganado… He ganado amistad, amor, sonrisas, lagrimas de esas que salen por momentos memorables, alguna que otra gripe, me he ganado regaños, canciones (eso si que enriquece)… “Algunas veces gano y otras veces pongo un circo
y me crecen los enanos” Sabina.