miércoles, agosto 23, 2006

Un Silencio...

Cada vez que hablaba el silencio entraba a interrumpir nuestra amena conversación, fue por eso que un día le pedi que callara y lo hizo, desde entonces el silencio nos visita todos los día sin dar razones del por que sigue ahí... Entonces me dí cuenta que no era el que hablaba, si no la que callaba quien le daba paso al inquilino no deseado.
Desde entonces hablo tardes enteras con el silencio... Sin la compañia del que hablaba.

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